Ese sí es hombre y no fregaderas, y mira que apenas tiene tres añitos. Una cosita linda.
Es hijo de uno de los chavos que trabaja en el negocio. Desde que lo conozco, me ha encantado y no por estar meramente bonito, sino porque el chamaquito es requeteacomedido para ayudar no sólo a su papá, sino a todos los demás. Se nota que le va gustar trabajar y que va a traer a medio mundo en friega.
Siempre que me ve, me saluda con una sonrisa enorme y un tímido "hola". Hoy fue un tanto diferente. Hoy me acerqué más y le pedí que me diera un beso. Se quedó serio; reaccionó ya que le pasó la timidez.
Me pongo en cunclillas, se me acerca. Se le queda viendo a los muchachos y se agarra sus manitas. Cuando ya pensaba que me iba a dar el beso, se detiene y se me queda viendo. Me quedé extrañada pero de pronto, acerca su manita derecha a mi cara y retira el mechón de pelo que siempre cae a mi rostro (que por lo general siempre traigo) de una manera tan dulce, tan despacio, lo pone detrás de mi oreja derecha. Una vez hecho eso, acerca sus labios a mi mejilla y, con sus manitas agarradas de nueva cuenta, me da el beso más tierno que ningún hombre, jamás, me había dado antes.
Me dejó sorprendida su delicadeza y su ternura. Ojalá, siempre sea así.
Siempre que me ve, me saluda con una sonrisa enorme y un tímido "hola". Hoy fue un tanto diferente. Hoy me acerqué más y le pedí que me diera un beso. Se quedó serio; reaccionó ya que le pasó la timidez.
Me pongo en cunclillas, se me acerca. Se le queda viendo a los muchachos y se agarra sus manitas. Cuando ya pensaba que me iba a dar el beso, se detiene y se me queda viendo. Me quedé extrañada pero de pronto, acerca su manita derecha a mi cara y retira el mechón de pelo que siempre cae a mi rostro (que por lo general siempre traigo) de una manera tan dulce, tan despacio, lo pone detrás de mi oreja derecha. Una vez hecho eso, acerca sus labios a mi mejilla y, con sus manitas agarradas de nueva cuenta, me da el beso más tierno que ningún hombre, jamás, me había dado antes.
Me dejó sorprendida su delicadeza y su ternura. Ojalá, siempre sea así.