Tengo una amiga a la cual quiero mucho (sí, tengo amigas, aunque eso le extrañe a muchas personas). Desde que la conozco (Universidad), he sido su paño de lágrimas.
Hace 6 años tiene una relación-noviazgo-pareja la cual siempre ha estado llena de problemas, dimes y diretes y chismes a la orden del día. Han tronado más de 20 veces y, al modo, siempre regresan (de esas "más de 20 veces", me ha pedido consejos, fácil, unas 17, en donde siempre término diciendo lo mismo: que piense en ella, que está joven, que tiene metas, que las cumpla y el típico "¡Para que me cuentas tus broncas sí luego van a estar como sí nada hubiese pasado!"). Desde hace medio año vive con el individuo.
Hace dos semanas, I. (mi amiga) y yo tuvimos una plática, bastante corta pero consisa por el frío y banal MSN, la cual trató de su "bendita" relación; dicha plática me preocupo bastante, por lo que le pedí que nos viéramos a la de ya.
Al día siguiente nos vimos en el café al que siempre vamos. Empezó la charla, cuestiones de trabajo (ella de trabajo y yo de búsqueda de trabajo), amigos en común, salidas, familia, etc. A la media hora llegó el tema principal de la plática: el susodicho y ella. Al parecer, la relación ya estaba en las últimas (ahora sí), él ya le había pedido que se fuera, que no quería más problemas, etc. Ella, al parecer, ya lo había asimilado, no rogó, no se echó la culpa, no hizo nada de lo acostumbrado, sino simplemente respetó la decisión de él, dejando en claro que ella no era la única culpable y que no se iría hasta el que él se fuera primero, ya que, una vez que ella se marchara, jamás, jamás volvería con él.
Mi apoyo se lo demostré como siempre, viendo pros y contras de la situación de su relación, desde el punto de vista psicológico, cultural y profesional, tratando de evitar los sesgos y situaciones afectivas que uno puede sentir por las personas, de una manera más fría y centrada:
I.: ¡Yo ya no le insisto!
Yo: Que bueno, ya era hora, sabemos bien que se victimiza, manipula, es celópata y que, además, se libra de culpas... Sé que son 6 años, y a mí tal vez se me hace fácil hablar así porque no estoy, ni quiero estar, en tu lugar...
I.: ¡Sí, eres demasiada fría en cuestiones amorosas! Y sí, así es (él) (jajajajaja, sí, me dolió poquito el comentario).
Yo: No sé si sea bueno o malo el serlo pero prefiero ser así ha estar sufriendo por un PEN#EJO que no valora y manipula las cosas a su conveniencia. Y tú tienes la culpa de que le diga así por el hecho de que permites que te trate así y desde ahorita te digo que no lo quiero ver... ¡Para que me cuentas tus broncas sí luego van a estar como sí nada hubiese pasado!
I.: ...¡Lo quiero demasiado! - ya no dice lo amo- y sí él no cambia no tiene ningún sentido estar con él.
Yo: No es de cambiar, las personas no cambian, sino de modificar y controlar actitudes..
I.: A veces pienso que le hicieron algo, o a mí, ¡¡que nos embrujaron!!... ¡¿Vamos a que nos lean las cartas?!
Yo: Niña, no creo en eso (pensando que esa era una manera- un tanto DESESPERADA- de justificar las actitudes del otro tonto - él- y salvar una relación que pesa 6 AÑOTES)... Está bien, te acompaño.
Después de caminar 15 minutos por el centro de la ciudad, al paso de ella (pasito de tortuga), llegamos a donde ella decía, con Ch., el "sanador" de energías, males y todo lo que sea obra del "diablo", quien no lucra para nada con las creencias de las personas, sus necesidades, en pocas palabras, el alma esperanzadora.
Entramos a la "oficina" del señor y muy rápido I, empezó a sentir un cambio de ambiente, de olor, de relajación, de temperatura. Ch. empezó a hablar de sus virtudes, de que nadie le sostiene la mirada, que con sólo el ir a su oficina uno ya se “medio cura”, de que gracias a él se han salvado muchas personas de morir, de suicidarse, de perdonar a quienes lo han querido lastimar, etc. Después de casi 20 minutos de alardear, perdón, de hablar de sus virtudes y de escuchar a I. sobre su preocupación y problema, CH. inició con sus "poderes y presentimientos espirituales" (empezó a tirar sus preguntas al aire):
Ch.: ¿Quién de ustedes tiene dolor de espalda? (Pero se me quedaba viendo a mí, creyendo que era yo la que traía la molestia).
I.: ¡Yo, yo tengo – ella toda sorprendida. Hace rato le decía a ella (yo) que traigo esa molestia! (Sí, obvio que se le nota la molestia, tiene mala postura al sentarse y al caminar, se lo había dicho media hora antes, al igual que ¡dejara de usar zapatos de tacón con tremenda molestia!).
Ch.: Sí, lo sentí. Aquí en las cartas va a salir lo que tienes…. Aquí dice que traes “el muerto encima”, probablemente te lo hizo la exmujer o la familia de él (lo que le dijo I. minutos antes). Necesitas que te lo quitemos, porque sí no, vas a quedar en los puros huesos e ir a parar al panteón.
I.: ¿Y a cuánto sale? – Toda asustada.
Ch.: Por ser necesario, $1500.
I.: Ahorita no traigo esa cantidad. ¿Se lo puedo pagar en abonos?
Ch.: Ni que fuera Elektra, con sus abonos chiquitos...
Continuó leyéndole las cartas a I., mientras ella le comentaba del susodicho, que probablemente también esté embrujado, etc. Ch., le dijo casi exactamente lo que yo, horas antes (le había dicho del susodicho), que era un celópata, y ¡que así era su forma de ser!, pero, le dio una solución, que por tratarse de ella, ya que le había caído muy bien, le haría un “amarre” al hombre a fin de que empezara a modificar actitudes. I. se quedó fascinada, por la posibilidad de solucionar su “problema”. ¡Ah!, pero antes de terminar la lectura de las cartas con I.
Ch.: ¿Cuánto traes en este momento?
I.: $300, de hecho, fui antes al banco, por no saber cuánto era por la consulta de cartas.
Ch.: Y tú, ¿no traes para prestarle a tu amiga? – viéndome a mí... Complétale y después me pagan lo que haga falta, sólo porque me cayeron bien…Cobro eso porque, yo me quedo con el mal y debo de deshacerme de esa energía mala.
Yo: ¡No!, de hecho, ella me invito a comer, y yo sólo la acompaño.
I.: Yo vengo sin falta la semana que entra, ya que me paguen… ¿Cuántas sesiones serían?
Ch.: Una sola, aunque, a veces, es necesario regresar a las dos semanas y después al mes, pero te garantizo que te sentirás aliviada y te irá mejor… Les irá mejor a ti y a él..
Seguido de eso, voltea y me empieza a preguntar cosas a mí, mis respuestas eran monosílabos: no, sí. Ch. quería sacar la misma información que con I., pero obvio que no dije nada relevante... ¡¡Empezó a leerme las cartas!! (Ello a que I. insistió, acepté - con mi cara de “no creo” a toda expresión en ese instante).
Ch.: ¿Tienes novio?
Yo: No.
Ch.: ¿Pareja, esposo?
Yo: No.
Ch.: ¿Por qué?
Yo: Porque no quiero. Así estoy muy a gusto.
Ch.: Deberías de ponerte de novia porque, uno o dos años, ya te vas a querer casar y no vas a tener a nadie disponible y, vas a tener que casarte con alguien nada más por no quedarte sola y… (blablabla, toda una bola de infortunios a causa de que en este momento no tengo novio).
Empezó a leerme las cartas, en donde salían muchos pretendientes, pero que hay uno en particular, un hombre soltero y blanco (¡Dios!, quien no convive con un hombre soltero blanco que tire la primera piedra)... Aparecían más hombres solteros y hasta hombres casados (siempre hay hombres casados, convivo con hombres casados, empezando con mi hermano, mis cuñados, tíos, algunos de mis amigos, etc.)... Que tendré 3 hijos, que me irá muy bien en todas mis actividades, pero sobre todo en el trabajo.
Ch.: ¿En qué trabajas?
Yo: No estoy trabajando.
Ch.: ¿Por qué?
Yo: ¡No sé! Es lo que quisiera saber (cuestión de decisión propia), usted dígamelo.
I.: Sabe, a ella siempre le han tenido mucha envidia.
Ch.: Vamos a trabajarte para que consigas un excelente trabajo. Vamos a hacer una Solicitud, la cual te costará $500.
Yo: ¡Ohh! (Aja, sí, cómo no).
Ch.: ¡Ah!, pero como también tienes problema de envidias, te haremos una limpia, es más, todo te costará $700, incluida la solicitud de empleo.
Siguió con la lectura.
Ch.: ¿En tu casa hay alguien enfermo?
Yo: No, gracias a Dios no.
Ch.: Tal vez tu mamá, tu papá, tus hermanos.
Yo: No, nadie. Mi papá ha estado un poco enfermo pero no vivo con él.
Ch.: ¡Ah!, están distanciados.
Yo: Sí, él vive en el DF. Es algo de distancia.
Ch.: Ok, no hay nada que pueda hacer en ese caso….
Diez minutos después, ya nos estaba despidiendo de su oficina, dijo el costo de las lecturas, $100 por cada una. Me disponía a pagar cuando de pronto I. pagó por las dos (menos mal, me pesaba horrible el codo por REGALAR mi dinero de esa manera). Mientras I. pagaba, yo me quedé viendo a los ojos de Ch., él se percató de ello.
Ch.: ¿Por qué te me quedas viendo?
Yo: Lo escucho con atención, eso es todo.
Ch.: Tú tienes una mirada muy coqueta; parece que prometieras algo pero a la hora de la hora, nada.
Yo: ¡Así siempre la he tenido!
Ch.: Tú pudieras tener al hombre que quisieras.
I.: Sí, pero no hace caso, no quiere nada con nadie.
Al terminar la sesión, I. seguía agradeciéndole por habernos atendido.
I.: Aquí estaré la semana que entra, ya que me paguen.
Ch.: En verdad, debes de venir, si no, te puede ir más mal… Y tú, no creo que vengas por tu solicitud, ¿verdad?
Yo: ¡No, no creo! No tengo dinero para ello.
Respecto a I. y a su relación con el susodicho, no me agrada la idea de que siga con él pero, en fin, yo no puedo hacer nada, ya que, como bien le dije, ¡Para que me cuenta sus broncas sí luego van a estar como sí nada hubiese pasado!... Por algo bueno pasan las cosas (hasta éso =).
4 comentarios:
:P interesante historia de Ch, I y Yo, seguido pasa con personas muy cercanas.. :( no nos hacen caso, hasta que un extraño aparece y ps asunto arreglado...
turisteando :)...
Madmanlost:
¡Sí, definitivamente suele pasar! El detalle está en que, solo escuchan, leen o hacen sólo lo que quieren escuchar, leer y/o hacer.
¡Bienvenido sea el turista siempre! ¡No estamos leyendo!
¡Saludos =)!
Eres su amiga ¿cierto? , no su instructora sentimental ni su jefa, de manera que lo que te cuenta es por catarsis, no por que ella tenga planeado hacer lo que tu crees que es mas conveniente en su vida (lo cual es bueno, imaginate si no tuviera capacidad de actuar por si misma)
Por otro lado, entiendo tu frustracion al verla sufrir con un tipejo, mi mejor amiga, K sufre al lado de un tipejo, y desde hace 6 años supe que ella iba a sufrir, hoy es dia que ella me dice que qwuiza se divorcien, pero yo francamente lo dudo, solo me queda -como su amiga que soy- escucharla, consolarla y decirle tres verdades viejas o nuevas sobre el primate con el que se caso.
Tu amiga va de ventaja, el tipo le pidio que se separen, es la unica manera que las adictas a relaciones conflictivas pueden romper el lazo. Ni modo, es la verdad.
En cuanto a tu visita al brujo, perdon, santo, fue bastante entretenida, ser solidaria con I te trajo buenos resultados, un momento de sana diversion. Seguimos leyendonos.
Beso Brujo
A.
jajajaja di con tu blog y esta entrada me parecio muy cómica! XD jejeje me divertí mucho leyendo, igual no creo en esas cosas ¬-¬' pero las personas mayores con las que convivo si!! :O y se asustan de encontrar un limon chupado amarrado con un liston negro fuera de la casa! (por inventar algo)(tal vez un dia lo haga jejeje)
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