viernes, enero 13, 2012

Entre premoniciones de dragones y mayas

¡Qué gire este 2012!

Diantres, 4 meses que no escribía y no porque no quisiera, sino porque ni chanza tenía - ¡qué rápido pasa el tiempo!

Es tiempo de retornar al hogar, al cual defino como el lugar donde está la familia, los amigos, el amor, donde uno es verdaderamente feliz (que no es lo mismo que contento, entretenido, a gusto).

Nuevamente siento esa incertidumbre. Nuevamente tengo esos sueños que avisan que estoy a punto de nuevos cambios. Salvo la diferencia que sé que es ahí donde debo estar, donde pertenezco. Sé que las cosas no serán nada igual que cuando me fui.

Practicamente salí proyectada cual piedra con resortera, pero llegué a un buen lugar - demasiado frío en casi todos los sentido - al cual fui adaptando y dando la calidez que yo quería. Llegué al lugar donde mi madre conoció a mi padre 35 años atrás, que al igual que yo, salió de la misma manera disparada de Culiacán.

Hice muy buenas amistades, me desenvolví en otras actividades, hice lo que quería hacer - aunque siempre con la añoranza del retorno. Me siento cual Mariposa Monarca, pero al revés, volteado. Migré al norte para crecer, no para reproducirme, sino por la necesidad e instinto de sobrevivencia, de crecimiento. Lo logré.

Y es aquí donde me digo: ¡No mames! Pudiste haberlo hecho mejor.... Pero bueno, ya compensaré esas deficiencias estos últimos días y ya en mi casa : ). Cierro ciclos y parece cual pinche novela (ojo, novela, no telenovela).

La astrología de vez en cuando tiene cierta acertividad. Es año del Dragón, que si bien soy jabalí, me agrada. Es año de cierre de ciclo. Inicia algo grande, algo bueno.

Por mientras, sigo terminando mis pendientes que porque no me dio la gana terminar antes (porque dejaron de ser prioridad), ahora ando batallando un poquitín. (Aquí es donde me castigo, diciéndome: "escribirás 100 veces 'seré mejor cada día' y me recuerdo que la mediocridad no va conmigo).


No hay comentarios.: